Andalucía es una tierra con una riqueza cultural inigualable. El paso de los siglos, y de diferentes culturas, la ha impregnado de un sello muy característico. El arte, en todas sus expresiones, es reconocido en todo el mundo, gracias a los artistas nacidos en la región y otros que la visitan para encontrar la inspiración. Como no podía ser de otra forma, la artesanía andaluza forma parte de esta idiosincrasia tan peculiar.
El trabajo hecho a mano es una buena muestra de las capacidades creativas de los artistas andaluces. La minuciosidad en la elaboración, las capacidades estéticas de los productos y las técnicas heredadas de generaciones pasadas son características que representan la maestría de este tipo de artesanía. A las habilidades de los artesanos debemos añadir las materias primas elaboradas en la fabricación, gracias a la riqueza que Andalucía también posee en este aspecto.
A esta serie de circunstancias tan especiales debemos agradecer el estilo propio que se ha creado en la artesanía andaluza. Lo mejor de todo es que tiene hasta la capacidad de contar con sus propias variantes según la provincia o incluso la comarca. Con ello encontramos un resultado aún más enriquecedor.
Índice del contenidos
Artesanía andaluza en forja
La esencia de la tierra se hace notar en cada uno de los estilos artesanales. La forja es uno de ellos. De hecho, se trata de uno de los más antiguos, con una evolución hasta la técnica actual. Y es que, la historia de la forja siempre ha estado vinculada a la propia de las localidades andaluzas. En los innumerables yacimientos arqueológicos de Andalucía se siguen encontrando piezas de forja que nos ayudan a conocer cómo han ido cambiando los diseños de piezas y la influencia de este legado del pasado.
Incluso los entornos urbanos y rurales han ido evolucionando siguiendo el ritmo de la artesanía de forja. El aspecto de las calles y casas ha estado condicionada, en parte, por faroles y apliques de forja que cuelgan de techos y paredes, veletas e incluso el propio mobiliario urbano. En definitiva, este estilo artesanal forma parte de la más pura esencia andaluza en cada uno de los tipos de piezas elaborados.
Paisajes andaluces con elementos artesanales
Como no podía ser de otra forma, la artesanía andaluza de la forja se complementa a la perfección con aquellos rincones cuyo conjunto está marcado por la estética del sur de Europa. Por esa misma razón, no es extraño encontrar faroles de hierro o latón en algunas de las casas-palacios de la región, con una arquitectura donde observamos unos estilos muy personales. Algunos ejemplos son el Alcázar de Sevilla, la Casa de Pilatos o el Palacio de las Dueñas.
Otro lugar característico dentro de la arquitectura son las entradas de las casas. Ya lo llames casapuerta, zaguán, etc. Lo que importa es su función de recibimiento a las casas de vecinos o particulares. Una antesala al resto del edificio en general o a un patio lleno de plantas y flores que adornan y refrescan el lugar. Precisamente esa es otra de las funciones de las entradas, proteger en su penumbra del temido calor que azota Andalucía durante buena parte del año. Para compensar esa oscuridad que proteja de las altas temperaturas, hace falta usar unos faroles que congenien con la estética de la estancia tan propia de los municipios andaluces. Saliendo un poco más al exterior, los patios y jardines, con esos colores tan característicos al llegar la primavera, son otros lugares perfectos para añadir apliques fabricados a mano.
Y como complemento extra, la forja también está presente en la gastronomía de cada comarca de la región. Sí, la gastronomía. Aunque de primeras suene descabellado, estos elementos de decoración se pueden usar en bares y restaurantes, los templos de las recetas clásicas o innovadoras propias de Andalucía. Pero también en otros locales donde se sirven platos típicos de otros países, aunque su decoración sea propia del sur de España. Es el caso, por ejemplo, de La Casa del Tesorero.
La influencia andaluza en el resto del mundo
El sello de Andalucía ha conseguido traspasar fronteras y atraer a públicos de todas partes del mundo. La influencia de esta fusión de culturas que os hemos contado es un producto atractivo para muchos, y eso se nota dentro del mundo de la forja.
Lugares tan peculiares como Montecasino, en Sudáfrica, el Hotel Santa Isabel de Alemania o la Hacienda de la Paz, en Los Ángeles, son ejemplos de cómo el estilo andaluz es patrimonio internacional y se hace notar también en la forja que Artesanía Salcedo ha exportado desde sus talleres en Sevilla.